Rocky Monkey's adventures

Rocky Monkey, desde que nació, había tenido muy claro lo que quería en la vida: ver mundo y escuchar rock duro! Pero ya se lo decía su mama, que para viajar, hay que encontrar al compañero adecuado de faena y tener claras las metas.
Rocky era tímido, pero a la vez curioso y observador, aprendía rápido y disfrutaba con todo. Pero su mamá quería que en esos viajes su pequeñajo nunca se sintiera sólo.
Un día, cuando pensó que ya estaba preparado para ver mundo, le preguntó qué era lo que más le gustaría conocer. Rocky Monkey la miró con sus ojitos abiertos de par en par, parpadeó 2 veces, y con su vocecilla decidida le dijo que lo único que echaba de menos en su tierra preciosa era que hubiera palmeras para poder ir saltando de una a otra sin parar. A su mamá le pareció una buena decisión, y resultó que tenía una amiga que vivía en un territorio muy cálido y soleado, llenísimo, precisamente, de palmeras. Además su amiga viajaba muchísimo, y seguro que le explicaría al pequeñajo un montón de cosas de los sitios que visitarían. Y así su mamá le peinó rebién sus pelillos rockeros, le regaló como amuleto la cadena rockera que él siempre había querido tener, y le dió un beso muy tierno.

Rocky Monkey ha llegado hoy a su destino, y está todavía en una nube! Aún tiene los ojos abiertos como platos, porque no quiere perderse nada de lo nuevo que ve. Ya se ha subido a dos palmeras!, y resulta que en estas palmeras no hay plátanos, ni cocos, como había visto en los reportajes de la 2, sino dátiles! que dice que están mucho más ricos! Vaya atracón se ha dado hoy el tío! Con su nueva amiga ha hecho muy buenas migas, y esta le ha dado una muy buena noticia: en unas semanas lo llevará a ver otros sitios nuevos! Le ha hablado de un sitio llamado Nápoles, y de otro que se llama Sicilia que dice que también tiene muchas palmeras. Rocky está super feliz y su amiga mucho más. Y ambos mandan desde aquí un beso muy fuerte a su mamá, y prometen mandarle fotos para que vea lo contento que está.

Pd. Iruneh... No tengo palabras... Vaya regalazo! Muaaaaaaa!

Work in progress

!Gracias por vuestros comentarios! Me alegra que os interese mi trabajo.
La edición es un trabajo árduo y delicado, pero yo creo que recompensa. Por supuesto no es lo único que hago, pero quizá es una de las cosas que más me gustan. Los mejores días son los días encerrada en bibliotecas históricas. Tener, cuando se puede, entre las manos un libro de más de 5 siglos de vida... Uff, es una maravilla. No puedes dejar de pensar cómo fueron los autores, los copistas, y la infinidad de lectores que los han tenido en las manos a lo largo de los siglos.
A veces, poquitas, te encuentras con algún manuscrito de poemas sobre el que algún enamorado ha dibujado corazones en las estrofas que más le gustaban! (que para que os hagáis una idea serían del tipo de los que dibujaría Aladin) Otras son libros de oración, dónde se han subrayado algunas líneas para la reflexión; a veces para marcar algún párrafo dibujaban un dedito que lo señalaba en el margen, hihi, sí sí, una manita con el índice estirado y con el puñito de la camisa y todo (esta marca también me encanta.)
Un libro cuenta muchas historias, no sólo la que está escrita: la primera empieza con la marca del papel, que a veces viene de muy lejos, por ejemplo de Venecia, y no se sabe muy bien cómo ha llegado hasta aquí. Otra historia del libro es la que cuentan las miniaturas, a veces hablan del texto que se narra, pero no siempre; otras, en las letras capitales, hay angelitos que cantan o tocan música; o animales (en ocasiones un poco raros... imaginaros cómo dibujaban un león si nunca lo habían visto... o_0' ....exacto, como un perro mutante...); o flores, flores y hojas preciosas que adornan toda la página. Me gusta imaginar a los ilustradores de la época, haciendo esas miniaturas en el interior de una O, una P o alrededor de una L, con sus pincelitos diminutos. Y por supuesto la historia que explica su existencia: quién lo ha escrito, quién lo ha copiado, para quien era, quién lo ha leído, quién lo ha conservado...
En fin, que espero no aburriros! :( Vaya post más largo me está saliendo.. :( Os he puesto una fotito al lado con algunas reproducciones de los libros que estoy estudiando. Son todos del siglo XV, de distintas décadas. No son de los más artísticos, por supuesto, pero son los que ya son un poquito mios. Gracias a los que habéis leído hasta aquí sin dormiros... Besitos.

Zzzzzzzzzz....

Ay... pues no, no se puede decir que tenga falta de interés, ni que no lo intente el pobretico: mira atento cómo trabajo, concentrado, pero poco a poco cabecea uy! Intenta estar atento un poquito más... un poquito más mientras los ojos se van cerrando... y al final... caé rendido por el... aburrimiento?!?! :-(
Eso sí, siempre cerquita mio y cogiéndome los bolis para recordarme que ya sería buena hora de irse a dormir.
¿Por qué no le gustará mi trabajo? Bueno, al menos no lo mordisquea, como cuando era pequeño.
¿Qué cual es mi trabajo? Creo que no os lo he dicho... En casa trabajo en la edición, edito manuscritos e incunables medievales, y yo creo que es una cosa preciosa, y que requiere muchos mimos... pero el gato ya veis, dice que los mimos para él.

Bella Pausa

Si alguién no lo ha visto todavía, que aproveche un pequeño descanso para disfrutar de una historia dulce, y si ya lo conocéis, seguro que verlo de nuevo os hará sonreir, como me ha pasado hoy a mi.

Dulces historias para vuestra semana.

Regalitos y más regalitos...

Ay... qué sería de los cumpleaños sin los regalitos? (o: Why is a Raven like a writing desk?!)
Con razón el sombrero loco y la liebre se ponían a llorar... :(


Yo os enseño algunos de los mios, chulos, chulísimos! De la merienda chiflada con los amiguitos no os pongo fotos, que los hay vergonzosos!
Ah! entre los regalillos, a destacar la preciosisima camiseta de Iruneh! Por fin me he hecho con el gato Luca! Jiji! Ojito a la florecilla preciosa que me ha regalado!! Por supuesto, ya nos hemos apuntado a su galería!

Gracias amiguitos, os quiero a todos! Y ahora voy a ver si me pongo a personalizar mi Munny! Ay... alguién me conoce muy cuando me hace estos regalitos... qué guay! Ya os enseñaré como queda!